Imagina un pequeño aparato, parecido a una grabadora, que te hiciera traducciones en francés simultáneas. Podrías andar por las calles de Paris y preguntar por cualquier cosa a la gente: una calle, una tienda o un hotel. Solo te bastaría hablar en castellano dentro de este pequeño aparato para que te hiciera una traducción en francés pocos segundos después. Te permitiría comunicarte en Francia, sin saber nada del idioma, siendo tu único límite la batería.
¡Dejemos de soñar! De momento, no existe… Sin embargo, el programa Skype, que muchos de nosotros ya conocemos, propone desde el año pasado una aplicación (Skype Translator) para comunicar y traducir francés, inglés, español, alemán, italiano y mandarín solo iniciando una llamada con un interlocutor.
¿Como funciona Skype Translator?
A modo de publicidad, Skype propone una demostración bastante impresionante de las posibilidades de esa herramienta:
https://www.youtube.com/watch?v=G87pHe6mP0I&feature=youtu.be

Sin embargo, todavía mucha gente cuestiona su calidad. Efectivamente, las traducciones aún no son de muy buena calidad y además, estamos bastante lejos de una traducción simultánea. Es más, a veces la calidad de audición de las conversaciones de Skype no son siempre del todo audibles. En el enlace a continuación, podemos observar los límites de Skype Translator con una conversación bastante sencilla.
https://www.youtube.com/watch?v=u8fuDSPxOHM
Como profesores de francés o de otros idiomas, realizamos a menudo traducciones para amigos o empresas y conocemos muy bien los límites de ese tipo de aplicación al igual que el Google Translator, que raramente o mejor dicho nunca usamos. Eso sí, nos pueden ayudar para descifrar idiomas con los cuales no tenemos ni idea. Si queremos entender un comentario en ruso de Facebook, ¡está claro que no usaremos un diccionario!
A modo de conclusión, aunque esas herramientas puedan funcionar perfectamente en un futuro, parece complicado que consigan percibir todas las sutilezas de nuestros idiomas más complicados los unos que los otros. Tampoco podrán nunca reproducir un tono de voz irónico, triste o feliz, sustituir la personalidad de una conversación entre dos personas y también parece imposible usarlo en una conversación en grupo. De momento, ¡los traductores y enseñantes de idiomas pueden dormir tranquilos!