Paris, mon pari
De mis 29 a mis 33 viví en la bella ciudad de Paris. De ella guardo recuerdos de todo tipo, cosas bellísimas, cosas tristes, otras sorprendentes, otras que se ajustaban a la imagen que tenía a priori de la ciudad. De lo que no cabe duda es de que es una ciudad con mucha belleza y a la vez dura.
A veces los alumnos tienen previsto ir a Paris unos días y con mucho gusto les hablo de lugares donde ir, lugares que quizás no se les ocurriría visitar y que a mí me gustan particularmente. En este artículo hago una lista de estos.
En mi barrio, rue du Faubourg Saint Denis:
La calle entre la Porte Saint Denis y Avenue Magenta es agradable, popular y animada. Hay bares y sitios donde comer por no mucho dinero y rico.
Cualquier turco está rico y a mi lo que me gusta es el lahmacum,una suerte de pizza turca, masa fina y carne picada. Para beber me encanta el Airan, un yogur líquido y salado, refrescante a tope.
Una de las callejuelas perpendiculares es la Cour des Petites Écuries, ahí te puedes tomar un café y hay más tranquilidad que en la otra calle.
Más arriba, hacia el norte por la rue du Faubourg Saint Denis, pasando la Gare du Nord y justo antes de llegar al metro aéreo de La Chapelle, se encuentra el Krishna Bavan, restaurante indio altamente recomendable, todo está buenísimo y recién hecho porque tienen mucha clientela. Es muy económico también. Es vegetariano pero de veras que merece la pena. Se encuentra más concretamente en rue Cail, ultima calle a la derecha si subes desde Gare du Nord.
También junto a la Gare de l’Est, se encuentra el canal Saint Martin, con sus esclusas que siguen en funcionamiento, sus bonitos puentes y sus bares hipsters a la moda.
También hay tiendas de ropa en la calle colindante Beaurepaire y en el mismo canal.
Mi consejo para ir a ver el canal es comprar unos buenos quesos franceses en el cercano mercado de Saint Quentin, foie-gras si te gusta mucho o alguna cosa para picar y un vinito y con esto te haces un picnic en el borde del canal (sólo si el tiempo lo permite claro).
Hacia Belleville:
Muy cerca del metro Belleville hay un montón de restaurantes vietnamitas, el primero al que me llevaron y al que vuelvo es el Dong Huong, 14 Rue Louis Bonnet.
Luego pasear por el barrio, allí vive mucha gente joven así como gente del barrio de toda la vida, también gran parte de la comunidad china y asiática.
En el centrísimo:
Si vais a visitar Le Musée Pompidou (también llamado Beaubourg), podéis comer en un snack libanés a dos minutos del museo. Se encuentra en el 151 Rue Saint-Martin, su nombre es Délices de Beyrouth. Allí probé una cosa curiosa, un merengue salado y con limón que ponen como salsa de acompañamiento. También tienen unos panecillos con Zaatar, una rica mezcla de hierbas aromáticas.
Cerca del museo está el barrio du Marais, en el 18 Rue Sainte-Croix de la Bretonnerie encontraréis una pastelería carísima donde puedes comprar el delicado pastelito francés llamado macaron.
Son carísimos pero es un pedacito de cielo, mi preferido es el caramel-beurre salé.
En general el barrio le Marais es bastante caro y chic.
Del Musée du Louvre os diré que es complicado ver la Gioconda, siempre rodeada de un séquito de turistas. Sin embargo en la galería que lleva hacia ella, se encuentran varios cuadros de Da Vinci, la Virgen de las rocas y otro todavía más bonito a su izquierda cuyo nombre he olvidado. Y en esa misma galería, está colgada para mi la joyita máxima, La dentellière de Vermeer. Ah! y la parte de lo egipcios es preciosa y casi te paseas solo por ella.
No se puede ir a Paris y no pasear un rato por la lindes del Sena, creo que es lo más bello de la ciudad. Ese río está pasando por allí desde antes de que construyeran el primer núcleo urbano. Es la antigüedad que se actualiza continuamente. Ese río subraya la historia que lleva la ciudad.
En la isla de la Cité se construyó la Sainte Chapelle, su construcción empezó en 1241 para acoger la corona de espinas de Cristo y otras reliquias recién llegadas a Francia. La capilla sigue en pie, hay que verla. Suele haber cola, lo mejor es ir entre las 12h y las 14h.
Muy cerca de la Cité, cruzando el río hacia el sur, está el Musée Cluny. Museo de la Edad Media. Este es uno de mis museos favoritos, casi no hay gente y su tamaño es perfecto porque no cansa.
Se trata de un edificio construido por la orden religiosa de Cluny sobre ruinas romanas todavía conservadas en su interior. La pieza más famosa del museo es el tapiz de la dama del unicornio.
Hacia la Torre Eiffel:
En el lado este de la ciudad. Uno junto al otro, dos museos: Musée d’Art Moderne, en el que a veces hay buenas exposiciones temporales y el Palais de Tokyo, arte contemporáneo a tope y jóvenes haciendo skate en el exterior.
Pero mi museo predilecto en ese lado de la ciudad es el Musée Guimet. Este es el museo de las artes asiáticas. Muy poco frecuentado. He visto cosas increíblemente delicadas, preciosas y exóticas que recuerdo con mucha emoción en ese museo.
Y así os he contado cuáles son algunos de mis lugares favoritos de la ciudad.
C’est ça mon pari. Bon séjour 😉
Academia de francés en Donostia, Academia OLAFRANCE, profesores de francés, clases de todo tipo, cursos intensivos.